Grandes reformas en San Sebastián: la playa de Gros.

Cuando hablamos de grandes reformas en la ciudad de San Sebastián-Donostia inevitablemente tenemos que mencionar la reforma y renovación de la Playa de la Zurriola.

Entre los años 1993 y 1995 la playa de Gros y el paseo marítimo vivieron una transformación espectacular que cambio el barrio de Gros para siempre.  Dos años de reformas que finalizaron con la inauguración de la playa por todo lo alto un 8 de mayo de 1995.

De tener una pequeña playa que se quedaba en nada con la subida de la marea, a tener una increíble playa urbana en un entorno magnífico, casi en pleno centro de la ciudad. Se conoció como la tercera playa de la ciudad de San Sebastián, aunque ahora podría disputarle los puestos del pódium a Ondarreta y la Concha.

La nueva playa tras la reforma tiene 800 metros de longitud y se diseñó para garantizar un arenal de un mínimo de 30 metros en el punto más estrecho. Algo impensable en aquellos tiempos en una playa del norte con la fuerza del Mar Cantábrico.

Fue una actuación que revitalizó la zona y hoy en día es un gran atractivo turístico en la ciudad gracias a la práctica del surf. El colofón a esta reforma fue el nuevo palacio del Kursaal inaugurado en 1999. El antes y el después de esta reforma es increíble. Pocas transformaciones como esta ha vivido a lo largo de su historia San Sebastian-Donostia. Gros, la playa, el Kursaal, Sagües… Como hemos cambiado, que diría la canción.

Impulsado por el entonces alcalde de San Sebastián Odón Elorza, el proyecto consistió en la ampliación de la playa desde Sagues hasta la desembocadura del río Urumea. Un espectacular espigón en la desembocadura del río Urumea formado por rocas protegería a toda la playa de las fuertes mareas del cantábrico.

El proyecto costó unos 15 millones de euros de la época, 2500 millones de las antiguas pesetas. Este proyecto era uno de los grandes anhelos de Odón Elorza, que gracias a sus buenas relaciones con miembros y políticos del Gobierno Central pudo llevar adelante el proyecto con más facilidad. De ahí que la reforma de la playa fue en gran parte subvencionada por el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente. Sin duda, un gran paso para que el proyecto siguiera adelante.

Desde un comienzo, los encargado de redactar el proyecto de reforma de la playa de Gros tenían claro que la playa debía respetar las olas para la práctica del surf. En la ciudad ya había otras dos playas más tranquilas, protegidas por la Isla Santa Clara y la playa de Gros debía ofrecer otros atractivos a sus usuarios. La práctica del surf en la playa de Gros no es cosa de hace poco tiempo, si no que en los 70 y 80 ya había aficionados que comenzaron a coger olas en la playa.

Ello conllevó un importante cambio en el litoral, con la retirada de las rocas que protegían el Paseo Marítimo. Esta playa semiartificial cuenta con arena procedente de zonas cercanas a Jaizkibel y se rellenó haciendo uso de barcos que lanzaban arena a la playa mediante tubos de gran longitud y diámetro. Imagina la cantidad de metros cúbicos de arena que tuvieron que extraerse y mover para crear una nueva playa. Una reforma faraónica. Se dice que fueron alrededor de un millón de metros cúbicos de arena. Al inicio de la reforma aparecieron incluso granadas en la playa que fueron desactivadas por los especialistas.

Una de las claves del éxito de esta playa es que el arenal tiene la altura necesaria para hacer frente a las mareas y logra que el espacio del arenal este siempre útil para los usuarios. La arena hace de barrera impidiendo que la marea suba, creando un efecto bañera. Ello no quiere decir que el agua no quiera reclamar su lugar…ya que son varias las ocasiones en las que el agua ha llegado hasta el Paseo Marítimo. Afortunadamente, el diseño de la playa evita que suceda a menudo y nos quedemos sin playa.

Los más jóvenes no han tenido la suerte de conocer la antigua playa de Gros, mucho más pequeña, ya que arenal se reducía a un espacio que hoy comprende entre el bar ZM y la zona de Sagues. Era la única zona de arenal en marea alta.

Un espigón protegía el arenal del mar creando una especie de bahía interior. Aquella playa sufría de forma mucho más evidente el impacto de las mareas. Hay que tener en cuenta que el arenal tenía un nivel más bajo que el actual y cuando la marea subía dejaba prácticamente impracticable la playa.

Una de las pocas que no se tocó con la reforma de la playa de Gros fue el Muro. Se mantiene intacto desde entonces, con su petril de hormigón para sentarse y disfrutar la playa de la Zurriola. Hoy es un importante punto de encuentro entre donostiarras.

Esta reforma cambio para siempre el barrio de Gros, creando un nuevo entorno turístico. También beneficio a miles de donostiarras que desde entonces pueden disfrutar de una amplia playa sin necesidad de ir a la abarrotada playa de la concha. Barrios como Intxaurrondo, Bidebieta, Altza…tienen esta playa más accesible.

Muchos nostálgicos, especialmente los aficionados al surf, añoran la antigua playa de Gros debido a la llegada de nuevos surfistas y clases de surf. Cuántas más personas en el agua, menos sitio para disfrutar de las olas.

Surfistas, bañistas, paseantes, mayores, niños… la nueva playa de Gros tras la reforma acoge a todo tipo de usuarios. Una playa para el disfrute de locales y turistas que transformó el barrio de Gros para siempre. Esperamos que te haya gustado este nuevo artículo de reformas Agusgarama sobre las grandes reformas de San Sebastián.